domingo, 9 de diciembre de 2012

El Zoológico personal - III

Los perros aman a sus amigos y muerden a sus enemigos, muy diferente a las personas, quienes son incapaces de amor puro y siempre tiene que mezclar amor y odio en sus relaciones objetales 
-Sigmund Freud 
Fuertecita la frase. Refleja sin embargo, la realidad de las relaciones humanas. Vamos a ser realistas: el amor puro existe sólo en algunas telenovelas bastante tóxicas e irreales. Con frecuencia le pedimos a la realidad algo que sólo existe en la fantasía. Amor puro.
Obviamente es bueno manejar los grises. El hecho que las personas no sean capaces del amor puro no las convierte en demonios infernales. Vamos a los grises: algunas y algunos serán más oscuritos y otros más claritos. Grises. Esa es la idea. En ocasiones -no pocas- suponemos que la ausencia de amor puro sólo indica oscuridad total. No, hombre, no. Hay sus lucecitas. Algunas, como un barco contrabandista. Otras, como feria de pueblo. Pero lucecitas hay. Tendrás relaciones color gris rata, y otras color gris perla.
Se trata entonces de tener claro los tonos de gris. Ir identificando los rata y las perlas. Así no nos escandalizamos por eso: simplemente aceptamos a cada cual como es, y le damos a la gente como es. Las relaciones son una apuesta siempre, y nunca sabes si reemplazas bien la gente.
Vamos por unos grupo de consejos de peluquería más avanzados:
Aprende
Quejarse y dolerse de los errores pasados no sirve para otra cosa que para amargarse la vida ahora por cosas viejas que no puedes cambiar. Pésimo negocio. Los errores del pasado sirven para no repetirlos en el futuro. Obviamente, es importante controlar el daño de los que son más recientes o han sido muy fuertes. Lógicamente, si ahora mismo estás metida o metido en un error, pues ¡a contener el daño! Piénsalo muy bien. Que no te cueste demasiada plata o demasiadas emociones. Mira con más realismo a esa persona. Comienza a considerarla como capítulo en camino de ser cerrado. Arregla los temas económicos con esa persona. Si has estado "comprando afecto" es posible que también seas un proveedor económico. Cierra esa línea de crédito y acepta aquellas cantidades que serán de dudoso recaudo. Y... mira hacia adelante. Evalúa dónde metiste la pata, y pon esos aprendizajes en negro sobre blanco.
Compras afectivas
Estas películas malas son muy frecuente. Lo sorprendente es que nuestras "alarmas" se habían encendido y las apagamos o les colocamos un balde encima para no oírlas. Aquí te cuento algunas de las situaciones que te deben hacer pensar si estás en una compra afectiva en la que tú estás perdiendo:

  1. Notas que tú pones y pones, y el otro personaje simplemente está y pide y pide. Hay dos miedos que nos atrapan en esta situación auto-devaluadora: pensar que será difícil encontrar otra persona y pensar que mejor eso que estar solos. La respuesta es simple: si estás pagando por compañía, no te enamores del puto / la puta. No confundamos dos negocios tan distintos pero tan cercanos: el amor y el acompañamiento profesional de adultos. 
  2. Te maltratan un día y otro, en pequeñas cosas: horarios, acuerdos, y tú tragas. Hay un camino para clarificar si es una compra afectiva o simplemente que el personaje o la personaja no ha despertado a la madurez elemental: acuerdos claros. Y si el acuerdo otra vez se rompe... entonces comienza a buscar remplazo o acepta vivir en ese infiernito. 
  3. Rollos de plata. Esta es una de las alarmas más claras y frecuentes. Y es una de las alarmas con las que más nos engañamos. Vamos a ver, todo mundo puede pagar alguito. Y si no, no lo confundamos. Si el personaje puede vivir 2 estrellas, no lo lleves a vivir en 5 estrellas. Que te quiera en su nivel, y tu viajas de turista a otro estrato. Alguna vez le das una muestrica, pero de tres estrellas. O si no, lo confundes / la confundes. Y te tocará tragarte, más tarde o más temprano, un sapo bastate feo. Ya lo sabes: seguro que antes te ha pasado... No tienen que ser millones: hay gente que se enreda con dineros menores. 

La importante compañía de estar solo. Aprende a estar solo. Eso ayudará para que no dependas de nadie para ser feliz. Descubre tus aficiones, explótalas. Aprende de tí misma o mismo. Crece en las relaciones con tus amigos y amigas, que serán el colchón que te evita darte con el mundo "de jeta" cuando finalmente las cosas se ponen difíciles. Y te ayudarán a sobrellevar la búsqueda de los reemplazos menos grises que el actual color rata.
Leonardo Amaya - Racionalemotivo.blogspot.com

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