viernes, 14 de febrero de 2014

¡A la porra San Valentín!

Acabada la Navidad, a la mierda los pastores. 
Hoy es un día terrorífico para muchas personas. Si. Eso es la verdad. La cultura, las tiendas y las revistas de peluquería (a las que quiero tanto) suelen proponernos un día de encanto y emociones, romance e ilusión que es... eso: una ilusión. Por muchas razones. Te enumero algunas: 1) seguimos siendo los mismos, tú una loca histérica y él un cabrón traidor. 2) tú, una mujer ilusionada, él un insensible de piedra. 3) tú en plena crisis de los 5 años, él en plena crisis (masculina) de los cinco años -es decir, todo le da igual-. 4) tu, la mujer en espera. Él, no existe.
Claro, también hay parejas que hacen todo lo posible por ser felices ese día (y esperar que pase cuanto antes, procurando meter las patas antes del postre).
Realmente es un buen intento proponerse días especiales donde intentamos ser menos cabroncetes. No siempre se logra. Puede ocurrir un drama cultural peor: estás soltera el día de San Valentín y el plan es otro. Parecería que te toca esconderte debajo de una piedra.
Pero, veamos algunos protagonistas de las telenovelas del día:

Adriana la ilusionada

Adrianita lleva quince días escogiendo el vestido perfecto, el maquillaje perfecto, etc. Hace dos días que no da pié con bola en el trabajo, distraída. Le ha insinuado a Luis Felipe Antonio el lugar perfecto, y ella... se ha montado solita solita en una película donde Di Caprio es un pobre pendejo comparado con lo que ella va a vivir.
Adrianita... con tantas expectativas, la posibilidad de fracaso se dispara hasta el infinito y más allá. Y claro, falla una cosa aquí, un detallito allá. Y llega a la casa hecha una furia, y dispuesta a matar a la primera persona que se le atraviese, por ejemplo, a Luis Felipe Antonio.
Bueno, queda un año para superarlo. ¿La solución ideal? Vive tu San Valentín interior y, ya que has estado en una película romántica todo el mes, ¡Sigue así hoy! Mira para otro lado cuando algo falle, porque algo va a fallar. Y gózate la fiesta con lo que hay, con el real Luis Felipe Antonio.

Betty la sola

¡Hay pero por Dios! Todos mis ex-novios, ex-parejas y ex-arrejuntes están disfrutando este día y yo estoy sola. Sola, como una rata sola. Betty, tienes dos alternativas: encerrate a llorar y darle gusto a la gente que te odia, o salir, pegarte una borrachera loca, gozar como una desenfrenada y recordar que la pareja perfecta no existe, que la situación romántica ideal no existe y lo que hay son las situaciones reales. Y que con la primera y última persona con la que debes ser feliz es contigo misma. ¡Ah! y no te olvides que el cabrón que dejaste a otra ya hará sufrir a esa otra. Y esa otra se encargará de darle algún que otro momento miserable. Tú, a lo tuyo y buscar a alguien que valga la pena. Esa tarea te consumirá una buena cantidad de años, como a todos. 

Camila la traicionada

Cami, Cami... El muy cabrón de turno te dejó tirada hace como dos semanas y entonces descubriste que él ya tenía planeado este San Valentín con otra. Ya sé que llevas dos días llorando sin fin, y en la oficina decidieron que mejor no trabajaras y te dieras un paseo por tu clínica psiquiátrica de confianza. Pues mira, llora hasta que te deshidrates, pero ¡huye de tu casa esta noche! A donde otras amigas que estén atrincheradas porque están solteras, dejadas, lo que sea, y pégate la borrachera del año hablando de las cabronas y lo cabrones. Y luego, ya serenas, a planear y aprender de los errores, y a organizar para dónde te vas de vacaciones a premiarte de haber salido de este mal trago.

Daniela de los Dolores

Daniela lleva cinco / diez / quince años de casada y aún no ha aprendido la lección: Pablo Andrés no es detallista / romántico / atento. Pero, Dani, déjame decirte que no te estafaron en la tienda donde lo conseguiste. ¿Verdad que ha sido siempre así? A lo mejor tuvo uno o dos detalles de novios, pero luego, a se consolidó lo que ahora es. Y eso, es lo que ha sido siempre. Así que, eso es lo que hay. Sin embargo, si deseas intentar cambiarlo, ten en cuenta que es un proceso largo, frustrante y con baja tasa de éxito. Si quieres ser más feliz y tener una vida más tranquila, acepta lo que hay, no dejes de desear el cambio pero ten en cuenta que los sueños son sueños, las metas altas requieren tiempo y preferir un mundo mejor es una ambición humano. Exigirlo, una tarea del infierno.

Eugenia la endemoniada

Eu sí se soltó el moño. Decidió que, ya que no se cumplen las condiciones que ella tiene bien claras para ser feliz el día de hoy, entonces será un habitante del Averno y destilará fuego y azufre a su alrededor. Pues querida Eu, cuando uno vomita lava ardiendo, se acaba manchando la ropa y alguito le cae en los zapatos. Es como el efecto pañal en un niño con problemas de digestión. Siempre algo se sale de control. Eu, déjame te lo digo claro: ser feliz es una decisión. Y esa decisión se apoya en tres puntitos claves: vivir en la realidad, gozar la realidad, desear un futuro mejor sin odiar el presente, que es lo que tienes. 

Finalmente, también puedes decidirte a tener un día en el que pases de Francesca la Liberata a Paca la Puta. Pues eso: ¡Feliz San Valentín!

Leonardo Amaya - racionalemotivo.blogspot.com - 

lunes, 3 de febrero de 2014

Basurillas interesantes de internet

Internet puede ser una fuente de sabiduría (y también una causa inagotable de tiempo desperdiciado) Pues muchas de esas basurillas que recogemos cuando estamos divagando como loca mirando pájaros pueden ser interesantes. Aquí te pongo una idea clara:

Vive como Bob Esponja...
Ríe a carcajadas durante todo el día sin ninguna razón y molesta a la gente mala con tu felicidad.


Pues eso. Con frecuencia nos olvidamos que pasarla bien es una actitud. No se trata quizá de la felicidad eudaimónica aristotélica, pero esa es de por sí difícil de entender. Imagínate lo complicado de lograrla. 
Finalmente, en la vida padecemos sucesos de todo tipo. En un sólo día tenemos motivos tremendos de alegría y razones fuertes para ser desgraciados. Nuestro sistema límbico, que es nuestro sistema de alarmas automático, se encarga de señalarlos constante y persistentemente los riesgos y amenazas. Incluso aquellos poco probables y lejanos. Así que la tarea consciente es señalarnos los buenos motivos, las experiencias constructivas y concentrarnos en los eventos divertidos, positivos y válidos. Sí, es una tarea consciente. No se te olvide que nosotros actuamos casi todo el día en automático, por motivadores y tendencias inconscientes. 
Por supuesto que hay ocasiones objetivas en que nuestro día tiene un volumen grande de situaciones trágicas. Pero eso, es muy poco frecuente. Lo más frecuente es la mezclita. Un mix tóxico de oro y mierdita. Depende de tí con qué quieras untarte. 
Leonardo Amaya - racionalemotivo.blogspot.com

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