miércoles, 16 de julio de 2014

Los errores de casting contra-atacan

En homenaje a tus parejas que no funcionaban... y lo sabías desde el primer momento
Una buena parte del sufrimiento que proviene de nuestra vida afectiva depende de personas que hemos elegido. Sí, nosotros mismos. Pero, las hemos elegido mal desde el principio y nos pasamos meses y años intentando negar la realidad y buscando cambiar rasgos claves e inamovibles de esas personas. Así, nos llenamos de frustración y luchamos intentando que una piedra aprenda a volar, hasta que finalmente nos damos cuenta que no tiene sentido esa batalla y le decimos en perfecto francés ¡A la merde! a ese imbécil / esa loca.
Como es evidente, se trata de al menos este grupito de errores graves:

  • Hacer un mal casting, con personas que no cumplen nuestros requisitos más básicos. 
  • Elegir al peor o por lo menos, al equivocado.
  • Empeñarnos tontamente en cambiar lo que no se puede cambiar
  • Persistir en el intento de cambiarlo más allá de lo sensato y cuando ya tienes claro que no sirve para nada
  • Procrastinar y dejar que pase el tiempo al lado de ese fracaso de relación
  • Finalmente echarlo / botarla y pretender que no te duela, y sufrir porque se fue, y culparte por lo que no puedes cambiar de esos errores

Vamos a darle una repasadita a cada uno, para ver si tú y yo aprendemos finalmente:

Hacer un mal casting

Vamos a ver. Esto suele comenzar porque asumes a) que no soportas estar más tiempo sin compañía. b) piensas que no existe la pareja que estás buscando c) decides que realmente puedes cambiar a la gente.
Y son tres errores graves. Primero, el problema mayor no es estar sólo. El problema más grave es estar con alguien que te hace sentirte sólo. Peor aún, es estar con alguien que te hace desear estar sólo. Luego, efectivamente la persona ideal sólo existe en nuestra cabeza loca. Pero, tampoco se trata de entrar en desesperación y quedarte con lo que sea. Es parecido a ir al supermercado y encontrar que no hay manzanas de las que te gustan, y entonces tomas una lechuga podrida. Y el peor peor de todos, pretender cambiar a la gente. No funciona, ya lo sabes. ¡Lo has intentado tantas veces! la gente cambia poquito, con mucho esfuerzo y habitualmente con un buen grupo de sesiones de psicoterapia.

Elegir al peor

Esto es buenísimo. Por algún motivo límbico que no es este el lugar de explicar, nos encanta el misterio y el riesgo. Entonces, determinamos enredarnos con el tipo que sabes que de milagro no intentará violarte en un callejón porque se dedicará a torturarte lentamente cada día, o a la loca de hospitalización que pide a gritos ser internada en una clínica y ahogarse en Prozac. El rollo va más allá: nos sorprende que esas personas nos hagan sufrir. ¿Porqué?

Empeñarnos en cambiar a la gente

Mira, cambiar, con psicoterapia o una lesión del lóbulo temporal con un riel de ferrocarril. Las demás personas que nos rodean, aceptarlas como son, aprovechar su lado bueno y mirar para otro lado cuando hagan las cositas que ya sabes. Claro que suena a conformismo: es que tienes que sumarle a esto acuerdos en lo básico. Pero cambiar, lo que se dice cambiar... sabes que va a pedir años de años. 

Persistir en intentar cambiarlo

¡Pero por Dios! Gástale esa energía a lograr acuerdos con ese personaje, o a cambiarlo por otro. 

Procrastinar y dejar que pase el tiempo

Una vez que has visto claro que con ese personaje no es... ¿Porqué demorarse en botarlo / echarla? Porque nos da miedo estar solos un domingo. Porque tenemos dolor de perder una compañía. Mala compañía, pero compañía al fin y al cabo. El problema es que sufres, y pierdes el tiempo. Y mientras pierdes el tiempo, llegan otros castings en los que no te metes. ¡A la calle!

Acabar con lo que ya está terminado y pretender que no te duela

Nos acostumbramos a todo, incluso a las malas compañías. Nos acostumbramos y hacemos planes que, finalmente, no ocurren. Pero, alimentamos nuestra cabeza con ese icopor de planes falsos. Y entonces nos duele por eso que está en nuestra imaginación y no en la realidad, porque no ha pasado, porque es un plan que muy probablemente no es posible, porque con ese personaje, no es... Es normal que nos duela un poco, pero piensa que era el momento de ver otras opciones. Hay riesgo, como en todos los temas importantes de nuestra vida, pero precisamente porque es importante, el riesgo vale. ¡Piénsatelo! y a pasar página. 
@leonardoamayaMD

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