martes, 25 de agosto de 2015

Autopirateándome (2) sobre crianza

En Profesión Hogar RCN, con la cordial invitación del equipo de este programa, hablé un poco sobre sexualidad y afectividad. Ahora, quiero responder algunas de las preguntas que recibí por el twitter @leonardoamayaMD. Vamos por partes!

http://programas.canalrcn.com/profesion-hogar/ph-video/que-hacer-cuando-mi-hijo-esta-enamorado-48509

  • La psicología ha considerado desde sus inicias la forma como los humanos crecemos y desarrollamos nuestra mente y nuestras relaciones. Sin embrago, hay muchos elementos que provienen de otras disciplinas, como la antropología, la sociología y la etnografía. El objetivo de estas respuestas es meramente divulgativo, y orientado a personas que no tienen necesidades especiales (quienes serían beneficiadas por la terapia o una intervención personal). En ese sentido, las recomendaciones son ideas generales que requieren mucha evaluación personal y muchos casos, la revisión individual por el experto. 
  • La pubertad es un proceso biológico, que se evidencia por los cambios orgánicos. biológicos y hormonales que influyen en la conducta. La adolescencia es un proceso cultural, social. Y por eso, tiene notables variaciones en el tiempo, los entornos sociales y la influencia del contexto. Por tanto, la pubertad es relativamente universal, mientras que la adolescencia tiene notorias diferencias en el tiempo (era distinta en la época de los padres y ahora...) y recibe múltiples influencias. Para entender mejor esto, hay un artículo disponible en red de MC Tenorio, psicóloga cultural y A. Sampson, psicoanalista: http://www.psicologiacultural.org/Pdfs/Sampson/Pdf%20Sampson%20capitulos/Cultura%20e%20infancia.pdf
  • También hay evidencia de un progresivo adelanto de la edad en la que se inicia la pubertad, pero este no es el tema ahora. 
  • La normas en la crianza parecen ser un elemento básico en la construcción de la conducta funcional (véanse por ejemplo las investigaciones de Clotilde Pontecorvo) y apoyan que los adolescentes alcancen una adecuada tolerancia a la frustración, muy necesaria en la vida cotidiana como adultos. En este campo, mi profesora Ann Vernon es una importante referencia. (https://www.researchpress.com/authors/359/dr-ann-vernon). 
  • El problema es cómo establecer las normas y lograr que se cumplan. Para esto, puedo enumerar algunas recomendaciones básicas: 
  • Puede que los papás estén en desacuerdo sobre algunas normas. Lo que no parece funcionar es que estas diferencias sean visibles para los hijos. Enciérrense en una habitación y "mátense" de razones, y cuando salgan a hablar con los muchachos, que exista una sola voz. 
  • En las parejas separadas esto es CLAVE. Los hijos no son pieza de batalla, y cuando se usan para agredir al otro, lo que consiguen es destruir en ellos el proceso de crianza. Además de generarles un dolor emocional innecesario y colocarlos en la injusta e incómoda posición de tomar partido. Si el matrimonio no pudo funcionar... que al menos funcione la paternidad y maternidad. 
  • Más que castigos por las faltas, lo que interesa que se aprenda es que las acciones en la vida tienen consecuencias. Así la acción sea no estudiar y entonces... no hay Nintendo por un día. Pero, la norma debe cumplirse. Las consecuencias que no se cumplen, no sirven. Es muy evidente, pero en ocasiones se olvida. Por eso no tiene sentido advertir de consecuencias que los padres no son capaces de hacer cumplir. 
  • La investigación ha enseñado que la paternidad y maternidad son importantes para el desarrollo. Para decirlo más claro, sirve ser padres. Más que ser "amigos" de los hijos. Por supuesto es importante ser cercanos, pero la "cercanía" no incluye ser "cómplices". O padres "regalones". Esto tiene consecuencias. En ocasiones hay un componente de culpa, de sentirse responsables o culpables por el tiempo que, por razones laborales, no se puede dedicar a los hijos, y entonces se compensa en los momentos en los que se está con ellos. Hay una interesante investigación de MC Tenorio, disponible en línea, sobre las prácticas tradicionales de crianza en Colombia que puede ayudar a comprender cómo no hay un "estilo" único de cercanía con los hijos, y que el "niño rey" es más una consecuencia de algunos rasgos de nuestras "patologías sociales". Puede descargarse aquí: http://psicologiacultural.org/Pdfs/Materiales/Ponencias/Para%20que%20sirven%20las%20practicas%20culturales.pdf
  • La crianza implica esfuerzo. Así de simple. Los hijos son una responsabilidad, y los padres pueden ser mediadores de las influencias que pueden recibir de sus pares, de la cultura y de los medios. Para esto, es indispensable que se desarrollen espacios de diálogo, en los que se converse sobre las situaciones cotidianas. (Esta es una idea muy desarrollada por C. Pontecorvo, de quien hablé en la entrevista). Atreviéndome a resumir mucho sus investigaciones, podría decir: a) crear y sostener momentos en los que la familia habla en común sobre lo cotidiano, NO SÓLO cuando hay problemas, sino siempre. Por tanto, no es momento para estar juntos con televisor encendido. No. TV apagado. b) el método "interrogatorio" paterno no sirve. Busca más preguntar, dejar que hablen, preguntar qué piensan tus propios hijos sobre lo que hacen y dicen sus compañeros, sin "saltar" a juzgar y condenar algo. No porque sea "malo", sino porque no sirve. 
  • Controlar el "escándalo". Sirve muy poco comenzar a gritar y alarmarse porque el mundo está terrible, porque tal o cual amigo es una "mala influencia". Como siempre, no es porque sea "malo" sino porque no sirve. Causas que disminuya la comunicación, es probable que si haces una desgracia de cada comentario sobre el colegio, ellos prefieran mejor no contarte nada. 
Pues eso, espero haber respondido algunas de las preguntas más frecuentes!

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