domingo, 27 de enero de 2013

Adicciones Afectivas 3: Regalarse en promoción y otras tonterías

No hace falta que las personas nos devalúen y maltraten: con frecuencia nos encargamos de eso nosotros solitos. 
Apegarnos a la gente de forma tóxica es cotidiano y persistente. La cultura, sobretodo la sub-cultura de las telenovelas baratas y las frases de cajón, fomentan una serie de ideas bastante tóxicas que refuerzan nuestras propias "leyes generales". Así nos empujan a tonos de relaciones inconvenientes.
Ese conjunto de frasecitas se nos escapan de vez en cuando, pero tendemos a ocultarnos a nosotros mismos las ideas locas que ellas representan. Te cuento algunas, que seguramente reconocerás con un poco de vergüenza para luego intentar convencerte "que bueno, pero no lo pienso tan así, yo creo realmente que..." y te engañas. O al menos, lo intentas.
Son frases del tipo romántico empalagoso del tipo: "el amor es entrega al otro"; "tienes que vivir esa seguridad de tener unos brazos en los cuales dejarte caer"; finalmente, ese alguien por el que tu vida tiene sentido aparece a la vuelta de la esquina".
Son los ideales románticos. Lindos. Brillantes. Emocionantes. Y sobredemandantes: porque se pasan de rosca. Como suele pasar en muchos campos vitales, los defectos son una exageración de los buenos rasgos. Una amistad buena y sólida se manifiesta en que te preocupes por esos cabroncetes que nos rodean y son el paño de lágrimas, el cómplice y la mala influencia que deseamos en un día de vagancia. Pero, si a ese amigo siempre le preguntas hasta el agotamiento como está, te metes en su vida de una forma que recuerda a una violación en callejón oscuro,  te "preocupas" tanto por sus decisiones equivocadas que prácticamente lo quieres obligar a que haga lo que a tí se te da la gana... pues eso: te estás pasando de rosca. Todos tenemos derecho a tomar malas decisiones de vez en cuando para luego aprender de ellas. Y en general, nos revienta que las personas les de por intentar adoptarnos.
Como son frases que en ocasiones te pueden hacer dudar, te recuerdo porqué no parece que sea muy sano ese amor entregado, excesivo, inundante, expansivo, agobiante, agotador, asfixiante: porque se parece mucho a una adicción. Ayuda recordar porqué no nos sirve estar apegados:
Te haces la vida imposible, y se la haces imposible a otros...
Recuérdalo: además de tú sufrir porque la otra persona "no hace lo suficiente", "no me trata como es debido", "no está comprometida en la relación como yo", etc., comienzas a supervisar, exigir, demandar, patalear, lloriquear porque esa persona tiene una vida en la que hay más protagonistas. Y te haces inmamable porque exiges, reclamas, vigilas, apuntas, lloras. Cada momento contigo es un ajuste de cuentas por aquellas cosas que la persona no ha hecho. Sufres, y haces sufrir. Y te conviertes en un acosador romántico o una neurótica sufriente.
Siempre te quedas con la sensación que no es suficiente. 
En los momentos en que no estás en medio de un drama apocalíptico, estás en un entorno de tragedia contenida. Es decir, no hay volcanes rugientes llenos de lava, pero sí en un entorno de sequía y calor mientras te rodean chacales al acecho. Hay una sensación de zozobra contínua que es, cuando menos, agotadora.
Compras afecto, te devalúas y estás siempre "de promoción". 
Aquí viene el inicio de un camino de tonterías, donde tú estás siempre de promoción, siempre disponible, siempre con disposición de apoyar, dar dinero, aguantar, cambiar planes y... esperar de la demás gente, demandar afecto, quejarte, sentirte mal, y hasta el infinito y más allá.
Tu círculo de apoyo se hace pequeño.
Esta es una trampa tremenda. Como sueles depender de una sola persona o unos pocos, entonces vas descuidando el contacto con otras personas, que se van olvidando de tí y armando su vida sin contar contigo. Total, nunca vas a nada ni se te ocurre llamar porque estás en medio de tu adicción... Así, te encierras en la locura y tiras la llave. Y entonces...
Te vas quedando atrapado en el hueco.
Porque por estar en tu adicción, no tratas a más personas. Entonces, hay menos personas y sólo tienes a la causa loca de tus malestares, demandas más afecto por el abandono en que te encuentras, y te haces insoportable, y así, hasta el delirio absoluto.
Pues eso. Piénsate si, de verdad, no es sano ponerle un poco de límite a los "romances de telenovela". Lindos, pero... de la televisión. No son ciertos, ¿sabes? Supermán tampoco vuela: es un actor con ropa muy ajustada y una impráctica capa roja. Pues eso: funciona en las novelas. Pero no en la vida real.
racionalemotivo.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Las redes sociales!

 Hay mucho material disponible en:  https://www.instagram.com/leonardoamayamd/ Sigámonos allí! Leonardo