lunes, 12 de mayo de 2014

Budismo de oficina, el ego y esas cosas tóxicas

Buddha en la oficina: las 7 reglas del ego. 
¡Bienvenidos a Buddha para todos! Y que me perdonen los budistas serios, con la gran ventaja que los budistas verdaderos nunca se sienten ofendidos (es decir, si te molesta lo que sigue... posiblemente eres un budita falso).
Las siete reglas para la liberación del ego nos sirven para todo. De hecho, si logras vivirlas más o menos de forma cotidiana, tu vida será muy, pero muy tranquila. Como Albert Ellis, el creador de la Terapia Cognitiva tomaba de la filosofía lo que servía, ¡no nos extraña que tenga mucho de TREC!
Pero vamos a las 7:

  1. No te sientas ofendido
  2. Libérate de la necesidad de ganar
  3. Libérate de la necesidad de tener la razón
  4. Libérate de la necesidad de ser superior
  5. Libérate de la necesidad de tener más
  6. Libérate de la necesidad de identificarte con tus logros
  7. Libérate de la necesidad de tu fama
Ellis hablaba de la necesidad de liberarnos de los "must be": de estar apegados de forma loca a nuestro modo de ver el mundo y pretender que sea como "debe ser", esto es, como a nosotros se nos da la gana. Resulta que el mundo no es controlable. No puedes lograr que sea como tú quieres. Y si regresamos a nuestro amigo Buddha, vamos a verlo hoy en el campo maravilloso y a la vez horroroso de las actividades profesionales.

No te sientas ofendido

La primera razón, porque no sirve para nada. Sufres, y posiblemente dices cosas que no deberías decir. No pocas veces es cierto que tu interlocutor quería ofenderte (mayor razón para no sentirte ofendido, no darle gusto al cabrón) pero otras muchas ocasiones no se trata de eso, sino de expresiones de miedo, temor, deseos de acumular poder, etc. Y mientras menos desarrollada la persona, más básica la frasesita.

Libérate de la necesidad de ganar

La vida misma es un entorno de luchas por el poder. En las empresas, esos rasgos medio salvajes se nos colocan a flor de piel y las maniobras de poder son de un básico que para qué te digo. Pero, esas batallitas se dan en pequeñas escaramuzas ridículas aunque crueles. Lo que importa es el largo plazo, si quieres ganar cada batalla o si te sientes ofendido porque alguna pierdas, te distraes de la meta final. Lo que importa es la última piedra, o el siguiente paso tuyo. Acuérdate de tus metas: a dónde quieres ir después de ese lugar. Eso es lo que importa. Lo demás, las pequeñas guerritas, son un trámite, y mientras más calmado las manejes, mejor. 

Libérate de la necesidad de tener la razón

Vamos a ver, que te de la razón uno de esos personajes de tu empresa, ¿realmente vale la pena? Lo que importa es ganar el punto, aunque piensen que estés equivocado. De hecho, los políticos suelen usar una estrategia bastante práctica en este campo: "hacerse los maricas". Se trata de entender que tener la razón es realmente poco útil muchas veces. Lo que importa son las soluciones y tu propio camino. 

Libérate de la necesidad de ser superior

Esa sí que es una batalla inútil. La primera razón, porque aunque todos reconozcan que eres superior, es poco probable que alguien te lo diga: le estás pidiendo una actitud muy desarrollada. Decir una alabanza realista o reconocer a una persona que admiramos requiere que tengas un camino personal bastante elaborado. Si tú ya llegaste allí, ¡que bueno! Pero no es sensato que lo pidas a todos. 

Libérate de la necesidad de tener más

La verdad pocas cosas son necesarias. Y en ocasiones, sufrimos mucho y damos guerras bastante inútiles por insensateces. Piensa de verdad en lo que es importante. Y lo demás, si te lo dan en promoción. 

Libérate de la necesidad de identificarte con tus logros

Mira, lo importante no es lo que has logrado, sino que tú fuiste capaz. Eso es lo realmente importante. Los cargos van y vienen, y lo que queda está en el fondo. Me acuerdo de una frase de Colin Powell, de su libro My American Journey, de hace algunos años: no dejes que tu posición esté tan cerca de tu autoestima que cuando ella se vaya, la otra se marche con ella. 

Libérate de la necesidad de tu fama

¡Ups! Esto sí que es clave. No puedes controlar lo que otras personas dicen de ti, ni de lo que piensen otros de ti. La opinión de algunas personas claves sí que es importante en nuestra vida, pero es precisamente porque esas personas son importantes para nosotros: escógelas bien. Para los demás: "tu opinión es muy importante, pero eso no quiere decir que sea importante para mí. 
Y pues eso, a vivir el mundo de la oficina... y gozar lo que se pueda. 
@leonardoamayaMD


1 comentario:

  1. Estimado Señor Amaya,
    Ud mismo se contradice con lo que propone en los ptos:

    3.-Libérate de la necesidad de tener la razón
    4.-Libérate de la necesidad de ser superior

    por el mero hecho de poner en el encabezado de su post

    " Y que me perdonen los budistas serios, con la gran ventaja que los budistas verdaderos nunca se sienten ofendidos (es decir, si te molesta lo que sigue... posiblemente eres un budita falso)"
    Tristemente al decir que alguien es mas falso o verdadero es caer en el mismo error....

    Namaste!

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