lunes, 30 de noviembre de 2020

Haters y víboras por el estilo, con una nota de Virginia Woolf

 



“The eyes of others our prisons; their thoughts our cages.” 

― Virginia Woolf 

 

Hace unos pocos años un “amigo” del célebre físico Stephen Hawking publicó un libro donde destacaba los rasgos difíciles de la relación cercana con este científico. En mi opinión, a ese “amigo” le faltó empatía y afecto para entender el impacto en las emociones que genera la vida encerrado en tu propio cuerpo por causa de la Esclerosis Lateral Amiotrófica, y claro, los límites y defectos que tenemos todas las personas. Es frecuente que las personas geniales generen emociones intensas: amores y odios. Pero así somos todos, y claro, no es infrecuente que sean personas difíciles. Son como todos nosotros, humanos al fin y al cabo: una mezcla de oro y m*dita. 

 

Cada uno de nosotros, con una fama bastante limitada y una genialidad quizá promedio, también tenemos a nuestro alrededor personitas tóxicas a las que no distinguiríamos en una multitud de 3 personas, y que sin embargo, nos odian con intensidad. Pueden ser muchas razones. Algunas, la propia salud mental de esos personajes, —tendrán problemas como los nuestros, quizá manejados peor—. Otras veces, será “mal aliento ético”, porque aprovechan circunstancias como el anonimato para actuar con bajeza. 

 

Pero, no lo podemos evitar. Las relaciones humanas son difíciles, y no pocas personas son particularmente simples en sus emociones y comprensión de la vida y un poco “ordinarias”, en el sentido más horroroso de la expresión. Sin embargo, hay dos realidades claras: la tranquilidad es la meta primordial de la vida y no podemos controlar algunos elementos claves de nuestro entorno. Así que tendremos que aprender a manejar a esas personas, algunas verdaderamente horribles. 

 

No es infrecuente que la vida parezca una batalla contra nuestra propia tendencia a conceder relevancia inadecuada a esas personas tóxicas y sus excrecensias. Debería ser una decisión continua dejar de lado a comentarios y gente no son —no deberían ser— voces significativas en nuestra vida. 

 

Virginia Woolf fue una destacada autora británica de la primera mitad del siglo XX, y nos señaló en esa frase una advertencia clave: “Los ojos de los otros son nuestras prisiones, sus pensamientos nuestras jaulas”. Si. Los demás observan desde su propio mundo, desde su propio escenario e incluso desde los lentes de sus propias perturbaciones. Les puede faltar cercanía para entendernos, decencia para el respeto básico y no pocas veces adolecen de la mínima altura humana para reservarse sus juicios destemplados. Personitas terribles. 

 

Te propongo un “consejo de peluquería” en la línea de nuestra amiga Virgi Woolf: Esos son “otros”. No nos conocen. Pueden ser personas horribles en toda la extensión de la palabra. Tú, ponte unas metas, cuando te llegue ese mal aliento moral: 1) Recuérdate cada día, —casi que en voz alta— tus próximos retos interesantes. 2) Recuérdate que esos personajillos no son tus jueces, sencillamente porque pertenecen a otra categoría humana. 3) Ten en cuenta que siempre nos encontraremos bichos así y que suele ser el precio de la envidia: les despiertas quizá qué demonios. Ya lo decía Cervantes, comparándolos con los perros del camino: “¿Ladran? Luego cabalgamos”: algo estaremos haciendo que les molesta infinita y torpemente. 4) Insíste en tu propia mente: ahora, a concentarme en algo que de verdad me interese ¡ mi próxima tarea!

 

Y, adelante. Al próximo paso en tu vida. Sé feliz, trabaja por ti.

 

#AdictoalAfecto #GenteHorrible #Haters

miércoles, 11 de noviembre de 2020

El Podcast... Hablando de la vida diaria, donde en el menú... siempre hay sapo.


 Los dilemas nunca se resuelven: se toman decisiones. Es una realidad que parece difícil de "tragar" pero si: nos lo han dejado claro los helénicos... Seguiremos hablando de eso. De la búsqueda de la tranquilidad en la vida real, con sus matices y sus personajes. 

lunes, 19 de octubre de 2020

martes, 31 de marzo de 2020

De lejitos es mejor...

La distancia correcta a veces, es lejos. 



Ah, saber encontrar la distancia correcta con cada persona... es todo un arte, y una necesidad.
Pues eso: a ponernos a la tarea, con una metáfora aeronáutica.

Teletragedia (1)

Teletragedia



¡Ah, los latinos y nuestro problema para decir bien lo que no nos gusta...!
Un podcast sobre el mal aliento en las comunicaciones virtuales.

domingo, 29 de marzo de 2020

La vida real con los estoicos...


Algo de los estoicos para la vida diaria. Sólo una breve introducción, de la que seguiremos hablado.
Como decía nuestro amigo Epicteto:
"En cuanto a todas las cosas que existen en el mundo, unas dependen de nosotros,
otras no dependen de nosotros. De nosotros dependen; nuestras opiniones, nuestros
movimientos, nuestros deseos, nuestras inclinaciones, nuestras aversiones; en una
palabra, todas nuestras acciones.
Las cosas que no dependen de nosotros son: el cuerpo, los bienes, la reputación, la
honra; en una palabra, todo lo que no es nuestra propia acción".
Epícteto, Manual de Vida.  

sábado, 28 de marzo de 2020

Un pequeño desarrollo: la evolución del blog


Ya era hora de volver al blog, y también es la ocasión de hacerlo con algo de audiovisuales.
Aquí te explico un poco lo que estoy buscando con los vídeos. El tono será igual: divulgación pero sin olvidar ser un personaje serio que pretende ofrecer un apoyo a los procesos de psicoterapia cognitiva. Así que vamos a reírnos todos un poco mientras voy aprendiendo el nuevo lenguaje.
@leonardoamayaMD

Las redes sociales!

 Hay mucho material disponible en:  https://www.instagram.com/leonardoamayamd/ Sigámonos allí! Leonardo