miércoles, 19 de octubre de 2011

Escuchar sin sufrir

Tu opinión es muy importante. Ahora voy a pensar si a mí me importa. Leonardo Amaya
La experiencia escolar está llena de juicios duros que recibimos de los demás. Luego, en la vida cotidiana y laboral, no es extraño que nos enfrentemos a frases hasta cierto punto injustas y quizá indelicadas. Eso forma parte de la experiencia común.
En el colegio y en la vida luego de él, tendremos que enfrentarlas. No parece que haya escape fácil. Por supuesto puedes intentar evitarlas, disminuyendo el número de personas a las que tratas, pero la evasión suele funcionar sólo a corto plazo. Lo siento, esta es la vida. No puedes huir siempre porque hay un momento que te quedas aislado y dependiente de dos o tres personas sólamente. Y el problema no es que sean sólo dos, sino que dependes de ellas.
Las opiniones de los demás nos afectan cuando se cumplen dos condiciones: (1). Pensamos que son ciertas. (2). Pensamos que esa realidad es mala y nos califica como personas erradas.
Así, hay dos trampas, y aquí vienen los consejitos de peluquería, evalúa los siguientes puntos:
1. Muchas opiniones que nos aportan los demás son generalizaciones. Han tomado una parte de la historia, y a partir de ellas han creado una norma general.
2. Algunos puntos o sus aspectos pueden ser ciertos y señalarnos posibles campos a mejorar. Eso quiere decir que somos humanos, y tenemos defectos. Apunto lo que me dices, y voy a evaluar qué tanto me sirve, y me pongo a la tarea. Mientras tanto, sigo tan bueno como era ayer.
3. Tener un defecto o cometer un error no nos hace malos integralmente, ni fracasados, ni nada. No, nos convierte en personas que estamos trabajando para crecer. No se trata de rechazar las ocasiones de mejora, pero sí de establecer prioridades... y todos tenemos nuestros tiempos. Muchos de nuestros defectos no podemos resolverlos inmediatamente.
4. No tengo que ser como tú quieres. Ese no es el mundo real. Tengo derecho a meter la pata. Y también tengo que aceptar que algunas cosas deberé mejorarlas, porque no me convienen. Gracias por señalármelo.
5. Bacano que me comentes en lo que puedo mejorar. Pero, si quieres que te siga escuchando, tienes que entender que nada te da derecho a decirmelo como se te da la gana. Acepto las sugerencias en este formato: a, b, c, d... pon aquí tus condiciones. Si me lo quieres decir en el tono que tu quieres... entonces me tocará prescindir de tus consejos.
6. Pero... escucha. Quizá te han dicho eso de mala manera, pero eso no quiere decir que necesariamente estén equivocados. Quizá sí debes cambiar alguna cosita. Mientras tanto, eso no te hace una persona mala.
racionalemotivo.blogspot.com


2 comentarios:

  1. A veces lo difícil es lograr manejar correctamente la información que se recibe. Creo que las herramientas que nos estás presentando son "filtros" que, cuando aprendemos a usarlos correctamente, nos permite diferenciar entre aquello que es útil y aquello que nos nubla lo poco o mucho que está claro en la cabeza. Muchas gracias! Lo pondré en práctica y te cuento como me va :)

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  2. Dale! Me alegra que te sirva. Es una tarea importante en la vida... determinar qué es lo importante.

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