jueves, 6 de marzo de 2014

Una cadena infinita de desgracias


Hace unas semanas alguien publicó este maravilloso sticker en internet. Más real que una piedra: 
Recordar es volver a emputarse
Con alguna frecuencia hacemos el tóxico y autodestructivo ejercicio de pensar en errores del pasado y evaluarnos por esas "metidas de pata". A partir de este veneno de la memoria, podemos considerar que nuestra vida ha sido una pérdida de tiempo, que somos las peores personas del universo (o estamos en un lugar destacado de ese selecto grupo) y que, como dice una ranchera que suele escucharse en avanzados estados de alcoholemia: "porque sé que de este golpe ya no voy a levantarme". 
Éste es un cartel para emergencias, cuando te quedes atrapado en el loco pasado: puedes imprimirlo y pegarlo en la botella de aguardiente que guardas en el fondo del bar para cuando todo te viene de recuerdo y te la empinas hasta llorar, lamentarte y autoflajelarte. Vamos a mirar un poco la realidad, a partir de las verdades como una piedra: 
Verdad como una piedra número 1: La vida humana es una colección de grandes éxitos revuelto con grandes boñiguitas de vaca. 
Si miramos la vida de cualquier persona, lo más frecuente es que esté revuelto el oro con la mierdita. Así de simple. Todos hemos cometido errores, todos tenemos en nuestros recuerdos equivocaciones. Algunas, te reconozco, pueden ser bastante grandes. Pero, al lado de esas, hay éxitos y logros. Y además, esas equivocaciones están en el pasado, ya no puedes cambiarlas. 
Claro, cuando uno está en la más profunda de las inmundas considera que en su vida todo ha sido un completo error (como dicen en las novelas mexicanas). Pues incluso en esa hipotética y muy poco probable situación, ¡Igual ya pasó, está en el pasado! Y tienes hoy para levantarte y comenzar a dejar de cometer errores. ¡Toma hoy tu primera buena decisión! Yo pienso que mis mejores decisiones las he venido a tomar después de los 40 años. Antes, hice tonterías. Con algunas de esas tonterías me divertí y con las otras pues he colocado los hitos a partir de los cuales me he reconstruido. Finalmente, sólo vivimos el día de hoy, el pasado no lo podemos cambiar y el futuro lo construimos a partir de lo que decidamos hoy, incluso hoy mismo por la tarde. la primera buena decisión, si quieres, es esta: ¡Pues me levanto y a que se jodan lo cabrones con mi felicidad!
Y tenlo muy clarito: tomar decisiones importantes siempre tiene riesgos. Algunas veces te vas a equivocar, porque eso es humano. 
Verdad como una piedra número 2: Nadie toma decisiones idiotas para hacerse la vida infeliz
Simplemente se equivoca y evalúa mal una situación. 
Así de simple. Tú, como todos, has tomado decisiones erradas. Incluso algunas muy graves y que han consumido mucho tiempo. Por ejemplo, más de la mitad de las relaciones emocionales comprometidas, es decir, matrimonios y relaciones largas, termina. Muchas de esas, terminan confirmando lo que todo mundo decía a gritos (pero no te decían a ti, que embarrada...): ¡Es un error! ¡¡No se casen!! Pero todas esas personas no se han comprometido con la firme intención de hacer su vida miserable. Simplemente, evaluaron mal a la persona y al momento. Incluso lo pasaron bien un cierto porcentaje del tiempo. Y finalmente, tuvieron la fuerza y la decisión de decir: ¡a la mierda todo, me voy de actor porno! y dejaron al neurótico o a la loca en cuestión. 
Finalmente, muchos de nuestros "errores" fueron malas valoraciones de las personas y las situaciones. En vez de sufrir por eso, ¡aprende! porque sí daría un poquito de pena que te equivoques dos veces con el mismo tema o la misma persona. Hay que ser creativos hasta para eso, ¡equivócate de formas nuevas!
Verdad como una piedra número 3: Lo normal en la vida es que las personas entren y salgan. 
Más realista, poco. Esto es la realidad. Las personas entran y salen de nuestra vida, eso es lo real. Incluso de formas dramáticas, como cuando la muerte o un viaje de cambio de vida aleja definitivamente o por mucho tiempo a personas significativas. Es lo normal. Es duro, pero eso es lo que ocurre. Incluso, esto te puede ayudar cuando tengas en cuenta que no solo salen de nuestra vida personas que valoramos: también salen afortunadamente de nuestra vida personas que son como una especie de kriptonita falsa. 
Verdad como una piedra número 4: Lo que puedes manejar es el presente. 
Si. Así de simple. El pasado está allí, los problemas están allí. No los puedes cambiar: puedes aprender de ellos, para que HOY no vuelvas a cometer los mismos (no te preocupes, cometerás otros). 
Verdad como una piedra número 5: La felicidad es también el ejercicio estratégico de una intencional mala memoria. 
Siiiii eso es una maravilla. Es como una especie de mala memoria funcional. A mí me sirve mucho. Hay gentecita de la que me acuerdo de forma borrosa. Para esto, es importante que tengas mucho presente, que conozcas mucha gente valiosa nueva, que te pongas en la tarea de hacer muchas cosas significativas. Significativas para ti, para tus metas. No tienen que ser procesos que te conduzcan a un nobel, basta que te lleven a reírte y a pasarla bien un rato, cada rato de tu vida. 
Verdad como una piedra número 6: A grandes boñigas, grandes paladas de tierra. 
Mira que en ocasiones somos particularmente geniales luego de aprender de una buena metida de pata. Basta que dejemos de consumirnos a nosotros mismos en la culpabilización y que nos decidamos a usar esa "energía" emocional de formas más positivas: en emputarnos para salir adelante. Y claramente en nuestra vida habrá situaciones y personas que fueron y son, para nosotros, una gran y potente "recuerdo" de una vaca. 
Pero vamos por partes: 1) no le des tanta importancia a esa persona. ¡Nunca la tuvo! 2) No seas tan radical con tanta gente como para odiar: Odiar es también un modo insano de apegarse al pasado. Pasa la página, olvida, deja así. 3) El mejor proceso para no odiar, es ser realista: esa persona quizá no fue el demonio de Tasmania, sus propios demonios la llevan a actuar así, como en ocasiones nuestros demonios nos hacen ser a cada uno de nosotros el demonio de Tasmania de cada día. 
Verdad como una piedra número 7: Échale también su culpa a los demás. 
¡Si! Deja de ser tan protagonista y no te olvides que quizá fuiste el "chacho de la película" (como decía el llorado Diomedes Díaz) pero seguro que tuviste coprotagonistas importantes en esa embarrada. incluso, en varios de esos eventos del pasado fuiste sólo rol secundario. Quizá candidato al Oscar de la Academia, pero secundario. Y en muchos otros, simplemente fuiste el actor extra al que le calló la pelotita de caca. 
Verdad como una piedra número 8: Siempre queda el resto del día. Pues eso. ¡A recomenzar, que eso es también la vida!
Leonardo Amaya - racionalemotivo.blogspot.com / @leonardoamayaMD

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