El que tiene un para qué, aguanta cualquier cómoPues mira. Nada menos que Nietzsche. Pero, la voy a comentar de un modo mucho más al estilo de los consejitos de peluquería que con la profundidad y fortaleza de "El Hombre en Busca de Sentido". Si no te lo has leído, es un buen momento de plantearte comprar el libro.
V. Frankl, citando a Nietzsche (1).
Vamos por partes. En las organizaciones, se suele planear con un esquema semejante a este:
- Objetivos
- Metas
- Acciones
Evidentemente no se trata de organizar la vida como si cada uno de nosotros fuese una planta de producción de químicos, pero, ese "para qué", grande, la razón que pensamos da un sentido integral a nuestra vida, sí que ayuda.
Una cosita importante: ese "para qué" debe ser tuyo, personal: organizar tu vida dependiente de otro es una bomba de tiempo. Planes vitales como "mi matrimonio ideal" te garantiza sufrir bastantico. Es importante el matrimonio, que he puesto como ejemplo, pero no depende de ti. Hay un otro bastante influyente, y estás colocando el sentido de tu vida en una relación, no en un logro personal.
Otra cosita importante: la vida cambia, y puede que en algún momento significativo vital uno redefina aspectos esenciales de su camino. Quizá hoy estás en ese momento. Por supuesto, una decisión de ese calibre se toma con calma, pensada, y sin comentarla mucho... vale la pena en ocasiones hacer algunos "ajustes" más o menos significativo. Mira, que no somos un tren siempre por el mismo camino.
Pues eso, seguiremos hablando de metas.
@leonardoamayaMD
1) Para los puristas, la frase exacta dice "porqué" y "como":
Hat man sein warum? des Lebens, so verträgt man sich fast mit jedem wie? — Der Mensch strebt nicht nach Glück; nur der Engländer thut das
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